preocupaciones y vuelta del alma al cuerpo

anoche soñé que mis alumnos del taller de animación venían el lunes y ninguno había traído su trabajao. yo tenía unas fotocopias en la mano, pero eran demasiado pocas para ser del libro que les dejé, y me preocupaba que las hubieran hecho mal. renegaba de lo irresponsables que son estos changos.

luego estaba en mi cuarto en mi casa esperando que me llamara adrian -como de hecho estoy esperando- antes de la una, pero me daba cuenta que mi celular estaba roto, en reloj que va pegado a mi celular -que es mi reloj de la mesa de luz-, y no salía si habían llamadas perdidas ni se veía claramente la pantalla. yo me enfurecía mucho e iba al cuarto grande a reclamar a mis papás. ellos estaban echados en la cama y no me daban bola. la puerta al balcón terraza estaba abierta y afuera hacía muchísimo calor, y sol de verano. volvía a entrar -la casa era particularmente luminosa- pero no soltaba el celular por si llegaba a sonar en algún momento de esos. ya iban a ser la 1 y todavía no me había llamado.

10 y 11. acaba de llamar. qué bueno.

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cosas cotidianas

la otra noche soñé que adrian me dejaba un mensaje en el deviant diciéndome lo mucho que me quería.

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uno

soñé que en la casa de la tía una niña me llamaba y me pedía que sacara las arañas y las hormigas de su camita. esa solía ser mi camita pero ahora era de ella.

yo buscaba pero no encontraba ningún bicho.


es todo lo que recuerdo.

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bizarros

anoche soñé que mi casa de buenos aires era una cárcel.

lo primero que recuerdo del sueño es que íbamos con adrian en un gran camión acoplado. íbamos por una ruta asfaltada, no se hacia dónde -se veía como con una cámara aérea-, y a los lados había precipicio, no muy alto, pero habia como colinas. de pronto aparecía otro camión adelante, y el nuestro se transformaba, toda la parte delantera se convertía en una boca gigante con dientes afilados, y, literalmente, se tragaba al otro camión. yo le preguntaba a adrian qué iba a pasar con el chofer del otro camión, porque sabía que no se iba a salvar de esa. pero no me contestaba. entonces las ruedas de nuestro camión explotaban, se habían llenado de un líquido amarillo verdoso, y nos deteníamos.

bajábamos en un lugar calmado -ya no había precipicio a los costados, justo ahí terminaban-. adrian se ponía a arreglar cosas y yo simplemente esperaba. entonces empezaba a aparecer gente, y yo me preocupaba que hubieran visto lo que pasó con el otro camión. había un baño y yo me escondía detrás la puerta. adrian seguía afuerita, ahí cerca. yo veía gente -cada vez más- por la ventanita del baño-

ahi es cuando creo que llegaban los policías y nos arrestaban.

entonces ya estábamos en la cárcel -que como dije antes, era mi casa de buenos aires-. había mucha gente, chicos y chicas, era una cárcel mixta. estaba clarisa, que era una compañera de facultad hace años, y tenía su grupo de amigas en su celda. una de sus amigas era rubia platinada, y a veces esa rubia era ella misma.

se que salíamos y andábamos por los pasillos, pero eran oscuros como si afuera estuviera nublado, o como si no entrara sol. andábamos libremente pero no podíamos salir.

en un momento estábamos sentados con adrian y clarisa, y yo le hablaba a adrian de esa chica rubia, y de repente clarisa era la chica rubia, y yo le decía, "ah mirá, ahí está!".

de repente la gente se levantaba y se ponía a bailar -era gente joven-. primero nos hacíamos los locos, pero después adrian se animaba y me agarraba para que fuéramos a bailar. estábamos vestidos de fiesta, él con traje y yo con vestido -creo que era rosa oscuro-, y bailábamos, riéndonos porque no sabíamos bailar, pero nos divertíamos. entonces toda la gente se ponía alrededor nuestro -como si estuviéramos bailando super bien-, y nos aplaudían. yo me acuerdo que me ponía roja de la vergüenza, pero adrian se reia.

me acuerdo que en un momento, estando en el cuarto con clarisa, me preocupaba que adrian iba a salir antes que yo, porque yo llevaba ahí casi un año y medio -un año y unos pocos meses- pero él estaba antes, y a pesar de que teníamos una condena grande, él iba a salir unos tres años antes que yo, y entonces no lo iba a ver a diario sino que iba a tener que esperar los días que él venga a visitarme. y aunque iba a estar con mis amigas, no iban a compensar su ausencia.

luego no recuerdo cómo subía otra vez al cuarto grande y otra vez había un tipo endemoniado. yo empezaba a exorcisarlo -no se que me dio con eso- y sí me salían todas las palabras, decía un montón de cosas mientras el tipo se revolcaba en el piso, creo que se sacudía y se mordía la lengua, pero no se veía bien porque estaba muy oscuro.

pero entonces bajábamos y en el pasillo los policías me decían que ese era uno de los internos más peligrosos, y yo recordaba que tiempo antes había visto su celda y le había preguntado por qué no era como la de los demás, a cielo abierto, y él no me había contestado. su celda estaba vacía, y con adrian lo buscábamos porque había desaparecido.

en el pasillo de mi casa yo veía un bulto en el piso y reconocía al tipo. me acercaba a él y lo descubría -estaba tapado con un sobretodo-. adrian estaba en mi detrás, preocupado de que el tipo me hiciera algo. al destaparlo, el tipo sacaba una pistola, pero se apuntaba a si mismo y se disparaba. la escena se repetía y yo trataba de detenerlo, adrian venía a evitar que me meta.

y entonces sonaron juntos el despertador y el teléfono. y me desperté.

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místicos

anteanoche soñé un sueño muy raro.

lo primero que recuerdo es que corría por un exterior y escuchaba muy débil -lejana- una voz que me llamaba. reconocía la voz de mi mamá diciendo "luuuci!", entonces volvía a la casa.

estaban mi mamá y mi papá en mi casa de buenos aires, en el dormitorio grande, y había una chica en el piso que como que se sacudía. estaba poseída. mi mamá le gritaba "te expulso! te expulso!!", pero no pasaba nada. entonces yo intentaba decirle que tenía que decir "te expulso en el nombre de cristo", que sólo así funcionaba, pero cuando empezaba el "te expulso" me quedaba sin voz, y no podía decirlo. una y otra vez intentaba pero no me salía y mi mamá no me entendía. hasta que de repente no se de cómo, yo me levantaba y le gritaba "TE EXPULSO EN EL NOMBRE DE CRISTO!!". y creo que la chica se curaba.

luego estábamos en mi casa también, y estaba ariel de chiquito frente a la puerta de la terraza con escalera caracol. y me decía que eche a un monstruo que había afuera. yo intentaba el "te expulso" pero otra vez me quedaba sin voz -como ronca-. igual, el monstruo -que era como un perro gárgola- se iba, y abríamos la puerta. yo lo miraba al niño -que era y no era mi hermanito- y le decía "vos sos un angelito, no?". y él me miraba riendo y me decía -con el tono que yo uso cuando miento pero quiero que se den cuenta- "qué te hace pensar eso?".

lo alzaba y subíamos las escaleras. una parte estaba suelta, como colgando, pero yo caminaba segura a pesar de que tambaleaba todo. en la terraza veíamos aviones atravesar el cielo, en formación de a tres. yo le decía al niño en mis brazos que me disculpe que no subí mis lentes, para ver en foco. pero entonces los aviones eran muchos, siempre de a tres, cruzando en todas direcciones.

era la guerra. bajábamos corriendo y se veían a lo lejos misiles que tocaban tierra. la puerta no se cerraba -se salía del marco-. la dejábamos así.

en el cuarto de mis papás, en la cama estaba adrian echado en posición fetal, y yo le contaba de las bombas. le contaba que había caído una sobre un colegio en cala cala, pero que la familia -la suya y la mía- estaba bien. él me decía -literalmente- "cuando termine el desastre, yo voy a salir".

después estábamos como en una iglesia, en la parte de adelante. adrian estaba vestido de soldadito y estaba en el ejército. preparábamos víveres, nos íbamos los dos en misión o algo así. él a méxico. por cuánto tiempo? no se. lo abrazaba fuerte.

afuera había una mesa y yo estaba en la cabecera. a mi izquierda había una chica que me preguntaba qué onda lo que pasó antes. yo intentaba decirle que había dicho "te expulso!" pero otra vez en esas palabras se me iba la voz. a mi derecha estaba mi mamá, que escuchaba y veía muy molesta lo que yo contaba. yo no entendía por qué, si eso había pasado.

entonces salía hacia unos baños -los que siempre sueño- y mi mamá me alcanzaba. me agarraba de la muñeca muy fuerte -estaba enojada- y me decía "le dije a papá que te iba a desangrar", y entonces agarraba un cuchillo de cocina y me cortaba con fuerza en el brazo, al dorso de la muñeca, un corte transversal y luego otro, cruzándolo. yo me asutaba y empezaba a gritar. todos venían a sostenerla para que deje de lastimarme.

y me desperté. mi brazo me dolía.

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