frio polar

estas noches en buenos aires vengo soñando muchísimo.

la anterior vez soñé que estábamos en el mar. todavía quedaba mañana más, asi que estaba feliz y tranquila. corría hacia el agua, era fría y transparente, pero las olas -bajas- venían con tanta fuerza que me rechazaban. había más personas, querían lanzarse hacia el agua por encima de unas caracolas. yo alzaba una y adentro había un cangrejo vivo. saltaban las patitas hacia nosotros, nos mordían, nos las sacudíamos. saltaban más patitas. apretaban con fuerza.

anoche soñé que llegaba a mi casa del campo, pasaba por la del tio angel -que en mis sueños siempre tiene paredes de ventanas con cortinas que dejan ver el interior. adentro estaban festejando un cumpleaños, de la tia flora, que quería tomar lágrimas (café con leche) para empezar, y luego la comida. mi tia hilda lanzaba una percha hacia la otra casa, cruzando un barranco, pero no llegaba al otro lado. yo me iba, no me iba a quedar si no me invitaban a comer, aunque tenía mucha hambre. afuera veía sobrevolar accidentadamente un tren con hélices. se estrellaba contra la casa y yo no llegaba a escaparme. no, así no va, volvía a la normalidad. iba hacia la casa del tio leo. había hablado por teléfono antes, aunque no costara, no quería llamar desde la del tio angel. me paraba en la puerta, había unas rejas y una señora se me ponía a hablar de algo con polyester. fuerísima de lugar, atrás de las rejas yo veia extrañas lucesitas de colores, invasión extraterrestre. me hablaba, yo no sabía si de ropa o pañales. al final entendía que eran pañales y yo le hablaba maravillas de los de tela, pero de pronto sentíamos sobre nosotros una sombra gigantesca de una enorme nave triangular que nos sobrevolaba. era una invasión declarada. aparecia ezequiel. yo no sabía si ir a buscar al adri o ir a la casa y esperar que él llegue.

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