lu, teléfono

se que estas noches estuve soñando fuerte, tanto que tanto ayer como hoy me despertaron a los gritos, y tuvieron que decir dos veces mi nombre, recién escuché la segunda.
soñé con gente que conozco. no me acuerdo bien qué, pero eran sueños claros, como si fuera realidad. y sueños fuertes.
el que más me acuerdo es uno en que aparecía ese compañero mío de la primaria que en jardín me hacía enojar soplándome en las orejas. se llamaba gabriel, tenía una voz aguda estúpida y era amigo de paula. o capaz no, pero de repente me acordé que sí.
soñé, ah! me acuerdo. no se dónde estábamos, creo que en la casa del tío angel de mis sueños, y había dos chicos medio tontos a los que yo les prestaba atención y empezaban a seguirme. yo pensaba, puf, ahora no me los despego más, pero antes de que se hicieran pesados, nos sentábamos en una mesa y venía este gabriel a decirles que se salieran.
y yo ahí me enojaba, y le gritaba mal, no, más bien, le gritaba bien, que no se atreviera a molestar. el chabón se sorprendía y yo sentía que toda la bronca de tantos años se iba con esos gritos.
los chicos tontos se quedaban conmigo y gabriel se volvía a su lugar; cuando se sentaba, yo hacía como que le disparaba poniendo el índice y el pulgar como una pistola.
ahí el chabón saltaba ofendido y había una mina, una maestra, que salía a intermediar, y yo le decía calmadamente que eso no significaba nada, que él se estaba metiendo en cosas que no debía y que yo había estado bien, y la mina como que me daba la razón a mí al final, aunque realmente no estaba del lado de nadie, sólo estaba siendo justa.
y ahí me despertaron a los gritos.

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