when there's nowhere else to go

soñé anoche. con agua, ríos y el mar.

uno era un mar -ese de mis sueños, de playas paralelas- pero llegaba a donde llegan los ojos, y luego se acababa. era el mar de bolivia, tenía olas grandes y todo pero no existía más allá del horizonte.

luego era el agua de canales de noche, ese agua verdosa aunque bien transparente. había un bote navegando entre las paredes de piedra. un niño conmigo, boca abajo flotando. le llamaba el agua desde el fondo -sirenas?-. nos hundíamos y abríamos los ojos abajo. plantas y chatarra.

después el mar estaba a lo lejos y yo subía a un montecito corriendo, sujetándome de los pastos porque era muy empinado. arriba me perseguía una abeja -un zumbido-, y entonces me daba cuenta de que no valía la pena ir por ahí. bajaba sujetándome de los pastos y caía hacia el costado.

el mar -el de verdad- seguía al fondo. abajo había un río bastante perfecto, una habitación abierta, y sombra. entraba y estaba tim, que me decía algo como que me esperaban, que yo tenía que pasar por ahí. sí? no es más fácil? miraba el río, cuán profundo sería. imaginaba cruzarlo.

en la habitación yo iba a quedarme a dormir. me sentaba en el piso y me tapaba con un acolchado. alguien se acurrucaba a mi lado para que no tuviera frío.

gracias, pensaba.

y desperté.

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