viajes esperados

soñé varias cosas, varias veces, pero no tuve el tiempo -ni las ganas, la verdad- de escribir.

una noche soñé con el mar, soñé que estábamos con el dami junto a las olas y que íbamos caminando hacia el agua. el dami no se asustaba, quería seguir entrando, el agua le llegaba a la cintura y él estaba chocho. pero a mi me asustaba y nos retirábamos.
estábamos con papá y ariel, e íbamos hacia el otro lado del mar -a la izquierda-, donde había acantilados. llegábamos y de lejos el agua se veía clara -era donde terminaba el mar, hacia el otro lado también terminaba, sólo que en playa-. más de cerca, el agua no se veía tan limpia, sino que parecía estancada y había cosas flotando. no daba ganas de acercarse más.
entonces sonaba mi teléfono, era el adri que me estaba llamando. me preguntaba cómo estábamos pero se quedaba preocupado, y decía que nos iba a venir a cuidar él, que iba a pagar el pasaje con la paga del diseño de logo que había ganado. yo le decía que no hacía falta pero él insistía. quedábamos en que me llamaría cuando llegara a la ciudad.

también tuve un par de episodios de mi sueño recurrente.

y la otra vez, en la tarde, soñé que cocinaba pizza. me dio muchas ganas.

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