transatlánticos

Anteanoche soñé que íbamos de viaje en auto y a nuestros costados se veían las piletas públicas con agua gris de tanto uso.
Avanzábamos como por una autopista, pero el camino se hundía y el agua lo cubría todo. Pasábamos, el auto se inundaba pero seguía andando. El dami quedaba bajo el agua, pero me avisaban y lo alzaba a tiempo. Atrás había una aspiradora, pero al parecer no se había mojado. El camino volvía a quebrarse, está vez sin base; el agua llenaba todo, todo eran las piscinas. Un barco dado vuelta flotaba a la izquierda; como catarata el agua delante nuestro, dejábamos pasar el barco y a toda velocidad cruzábamos intentando pisar sobre el barco que se hundía.

Lográbamos pasar y al otro lado era como bosque con un charquito.

Íbamos de viaje al mar, o más bien a un río tan ancho que no se veía la otra orilla.

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