sueños

estoy soñando mucho. hace tres días me levanto de sueños intensos.

la primera noche soñé que me iba a cancún, y me encontraba con unas ex-compañeras del colegio. una, patricia s., se alegraba de verme y me invitaba a quedarme con ellas en la casa que iban a alquilar. yo le decía que no iba por mucho tiempo, que había ido por dos o tres días, para ver el mar. y después me volvía a bolivia. pasábamos por un hotel con escaleras que subían y después bajaban, con puertas rojas en el subsuelo (ese pasillo de todos mis sueños), y por un paisaje de montañas -muy bolivia- en que las chicas hacían rafting mientras yo las miraba desde una roca, diciendome relajada, para explicar mi falta de participación, que yo no había venido a eso. yo estaba ahí para ver el mar.
y había un avión -un jet privado- que se iba a estrellar, pero tocaba el piso suavemente, y volvía a levantarse. y yo que iba a sacar fotos a las montañas bajas, cuando sacaba la cámara se llenaba el valle de gente. y cuando decidía sacar de todos modos, al encuadrar no se veía nadie en el visor.
y después el tipo y el nene que me seguían, cuidando mi mochila y hablando de mi cámara. y las vías del tren a la noche y la gente festejando, mientras yo pensaba que el hecho de que yo había llegado ese día -y estaba cansada- era una gran excusa para huir de la fiesta. y me preguntaba cómo iba a llegar al hotel a esas horas de la noche, si no sería peligroso...

la noche siguiente fue feo, que ni quiero escribirlo. era un fin de semana, el domingo era el día después y nosotros volvíamos al sábado, para evitar que pase a las 16.40. pero nadie me creía.
y después estaba en bolivia, y tenía una muñeca y llovía. abajo un techito, pero mis primos me decían que me ponga abajo la chapa, que ahí no llovía. y no llovía ahí, pero caían gotas gordas, como lluvia de verano o lluvia tropical. y todos teníamos paraguas mal dibujados. había un chico que hablaba argentino, y hablaba con mis primos, después yo hablaba, y él les decía "ella es argentina?" y yo me reía y le decía que tenía dos casas, pero él entendía diez. y después me iba, porque él se volvía a buenos aires. y en algún momento aparecía la abuela.

y el de anoche, el último, fue raro. también con lluvia de verano, pero en el patio de la casa de la tía. era este viernes, y eran las 9.04 o 9.06, y yo había ido a quedarme con la abuela porque la tía había ido al teatro. me daba cuenta de que estaba faltando al observatorio. malo porque iban a explicar turbinas, y esperaba que después me explicaran si me perdía algo. y llovía adentro el patio porque se había volado el toldo. yo cerraba la puerta, y llegaba la tía. el patio se había inundado, como hasta la cintura nuestra, y la tía abría la puerta y entraba agua a la casa, y yo le decía que mejor espere, y abría la ventanita y abría la puerta del patio, y entonces el agua drenaba para afuera.

me gusta soñar y acordarme. debería escribir mis sueños en este blog. que para algo sirva. que para algo lo tengo.

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