soñé que estaba en bolivia, esta vez con tiempo, y que me hacían estar en casa. y que era martes y que tenía que ir de pablito y después a ninjutsu. y sabía que a ninjutsu iba a faltar, pero pensaba en llamarlo al papá de pablito para avisarle que no iba a ir, porque tres días de viaje no se justificaban por una hora.
y pensaba en pedirle a raquel la llave de la casa porque quería salir sola a andar por ahi, y asi no daba.
y que en un momento salía y empezaba a caminar y qué bueno que al fin salí, loco que molestos dejarme ahí encerrada.
pero me daba cuenta de que no sabía muy bien por donde estaba yendo y pensaba, si salí y caminé en línea recta, en línea recta debo haber avanzado.
y me caí del sueño como se cae alguien de la cama.
martes, febrero 28, 2006
and if you have no other choice
sábado, febrero 25, 2006
si es que no ya es asi
tuve muchos sueños dispersos en la mañana
soñé que iba al mar y me metía al agua aún sin saber nadar. el mar estaba tranquilo, y el agua estaba tibia. entraba y nadaba de costado, pero siempre se me empapaban los ojos y no podía ver. y cuando no podía ver me daba miedo, y nadaba en la dirección que creía la costa hasta tocar la arena con las manos, enjuagarme los ojos, y volver a meterme.
después llegaba a la casa y hablaba por teléfono. llamaba a c... pero estaba ocupado o algo así. esperaba un rato y volvía a llamar, pero discaba de memoria y llamaba a t..., y estaba hablando un buen rato hasta darme cuenta de que no era c... sino t... y que no tenía sentido que lo hubiera llamado porque ya lo había visto toda la tarde. entonces me apuraba a cortar porque quería llamar ahora sí a c..., aunque eran como las 11 de la noche.
y queria meterme una vez más al mar antes de que fuera más de noche porque a la noche el agua se enfría.
después soñé con un chico que había cometido un asesinato. a su hermanito o algo así. y yo tenía un sueño dentro del sueño y soñaba que hablaba con él y él me contaba que una voz le había venido a decir que tenía que matarlo para conseguir el "euf d'or" (el huevo de oro), y entonces, en mi sueño dentro del sueño, estaban los padres del chico y yo les explicaba que él había escuchado una orden desde su inconsciente y que significaba que tenía que matar al nene para hacerse hombre. y le decía al padre que sentía mucha presión para hacerlo por los altos parámetros que él le imponía. y el chico asesino lloraba cabizbajo asintiendo en lo que yo decía, y los padres se abrazaban sabiendo que era así.
entonces me despertaba de mi sueño y lo iba a buscar al chico y a sus padres para decirles mi teoría, mi hipótesis sobre las causas del asesinato -porque en la realidad ellos no lo entendían y sufrían- y los llamaba uno por uno -porque repetía lo de "mi hipótesis" un montón de veces- y los reunia en el comedor de casa y les empezaba a contar. y en el momento en que estaba diciendo lo de las voces del inconsciente, sonaba el timbre de casa. iba a atender el padre, pero yo le decía que dejara que abriera el chico -esperaba que del otro lado de la puerta se escucharan las voces diciendo "l'oef d'or".
el chico miraba por la mirilla, abría la puerta -yo pensaba para qué abre, si no va a haber nadie, tiene que ser su imaginación!- y afuera había un policía en moto.
(al momento de abrir la puerta entraba p... (cuelgue?) que estaba invitado a una fiesta que había en casa. estaba distinto, yo lo saludaba apenas con la mano)
salía el chico y salía el padre, y volvía a entrar después el padre porque el chico se iba con el policía, y decia "miralo vos a este vago, lo invitan para estudiar fotografía -en la escuela de la policía-, y a mi nunca me invitaron!!"
entraba el padre y atrás de él una señora con su hija chiquita, que se iba con p... que la alzaba. y yo pensaba, claro, a p... siempre le gustaron los chicos.
y como estaba distraído yo me iba arriba, a pavear, hasta que no me aguantaba más y lo iba a buscar
claro, había venido para verme a mí.
bajaba y primero iba por el consultorio -estaban en la entrada- y me asomaba por las rendijitas de la puerta a ver en qué andaban, y veía que p... sostenía a la nena dormida, y la tía le decía que la apoye en el piso. entonces me decidía y daba vuelta e iba a la habitación por el comedor y cuando entraba toda dispuesta a llamarlo, se había ido por la puerta al consultorio! yo le preguntaba a la tía y me decía que me había ido a buscar!
entonces yo salía al pasillo y lo veía al pie de la escalera. me acercaba y al saludarlo me daba un abrazo -raro, lo había imaginado pero no lo creía posible- y estaba emocionado, me decía "lucia lucia dormir con lucia" y yo pensaba "a este chico le pasa algo raro".
subíamos y se iba para el cuarto de los chicos, y le decía, esperá, mi habitación es esta. se iba al bañito y se encerraba sin luz. yo pensaba entonces, tanto hace que no lo veo, tanto lo idealicé en este tiempo? o realmente es distinto al p... que yo conocía?
mi cuarto estaba lleno de cosas, no había lugar para sentarse así que despejaba un poco. estaba abierta arriba la puerta de la escalera caracol.
cuando salía del bañito yo le decía "no te reconozco", pero él no me decía nada, se reía tontamente, realmente parecía otra persona.
entonces llegábamos a mi cuarto, que ya no era mi cuarto sino una sala muy grande y con ventanales, como de una mansión, y había como un coso para publico de los estadios y arriba había patos donalds y muñecos así bailando. eran desagradables. pero bailaban y p... se ponía a bailar con ellos, coordinando una parte. y todos me miraba y se reían.
entonces yo me daba cuenta que eso estaba coordinado, que no había sido espontáneo y que entonces todo estaba arreglado de antes. y tenía sentido porque p... tenía algo que ver con los patos donalds. y que estaba actuando así porque sabía que yo no lo iba a perdonar por hacer eso.
pensaba para mi, yo no lo voy a perdonar? sí, claro que lo voy a perdonar, si le perdoné tantas...
y creo que me alejaba, un poco molesta, un poco pensando en si decirle o no lo de los miércoles, y otro poco sabiendo que total me quedaba un mes, que qué mas daba.
y ahi me desperté.
jueves, febrero 23, 2006
limon
que pocas cosas en la vida me dolieron tanto como verla morir a limón
resisitíendose y llorando ya sin voz, quietita al final, hasta dejar de respirar, sacudiéndose despacito hasta que dejé de sentir su corazón en la punta de mis dedos.
ay limón... que voy a extrañar llegar a casa y buscarte en el comedor o en la silla de la cocina. y si no estabas ahi, te encontraba seguro en algún lado durmiendo. siempre estabas durmiendo.
que perdón si no te cuidé lo suficiente. si te ignoré. si quise que te callaras. siempre nos arrepentimos cuando es tarde para enmendar los errores.
que me olvidaré de vos, probablemente. quién vive toda su vida con el recuerdo de cada mascota que tuvo?
que se que tenés un almita y que ahora estás en algún lado, mirándonos desde tu entendimiento misterioso y con tus enormes ojos serios.
y que en algún tiempo me acordaré de cómo te lloro hoy, y probablemente me cause risa. qué ridículo andar llorando por un gato que se murió.
y si, era un gato nomás.
qué puede cambiar en el mundo que haya un gato más o un gato menos.
pero era mi gata
y eso la hacía importante.
buenas noches limón. yo te cerré los ojitos.
sábado, febrero 04, 2006
me dejas con mis ojos en tus ojos
anoche tuve un sueño como película de terror.
soñé que estaba en un lugar como un hospital, con muchos pasillos y salas, algunas abiertas y otras con puertas cerradas.
al entrar había una sala celeste a un costado, y adentro había varias chicas, la de adelante era rubia y tenía los ojos cerrados. me decían algo, pero cerraban la puerta después de pasar yo.
pasaba por los pasillos y miraba a la gente; transitaban enfermeras y yo me preguntaba por qué había puertas cerradas. me explicaban que en esas salas había gente con aspecto tan espantoso que las mantenían encerradas para que los demás no se asustaran al verlos.
de repente salía luz por debajo de una puerta doble y el resto se volvía azul, y todos empezaban a correr hacia sus habitaciones. yo no entendía qué pasaba, pero alguien me explicaba que iban a bajar dos personas que eran de las cosas más terribles que habían ahí, y que nadie quería verlas porque luego no podías olvidar lo que habías visto.
entonces veía salir de la puerta doble dos siluetas. adelante, una chica rubia y alta, mirando seria y hacia adelante. y a su lado, por detrás y de la mano de la primera, una silueta deforme, caminando con dificutad. y le veía sangre.
empezaba a correr yo también, pero era tarde. todas las puertas se habían cerrado.
corría por el pasillo hasta la salida y llegaba a la sala celeste, la de la rubia de ojos cerrados, y entraba ahí. y cerraba la puerta.
la rubia sonreía enigmáticamente. las pestañas de los ojos cerrados hacían que parecieran cosidos a las mejillas. yo no había mirado a las chicas detrás de ella. entonces me daba cuenta de que en realidad ese era un cuarto de puertas cerradas, y me aterraba repentinamente saber que no podía salir y no sabía qué me iba a pasar si me quedaba adentro.
entonces la puerta se abría detrás de mí (yo estaba de espaldas a la puerta, de frente a la rubia), y entraban a la habitación las dos siluetas que habían salido de la puerta doble.
creo que salía corriendo de la sala, pero todos salían conmigo y éramos los únicos en el pasillo.
veía a las dos chicas antes siluetas. una era rubia y alta, seria. la otra era su hermana, y tenía todo el cuerpo cortado. el torso, las piernas, los brazos, la carne se le caía a pedazos. la cara era como la otra, pero toda desarmada. su hermana no la miraba, la sostenía de la mano derecha, la única que tenía vendada para sostener la carne, vendas ensangrentadas, la agarraba con la punta de los dedos.
yo miraba sin entender, creo que la rubia de ojos cerrados y las chicas que estaban con ella se habían quedado atrás, pero yo había ido con las hermanas hasta una sala más grande y oscura, con luz en el medio.
podía ver cómo sufría la chica del cuerpo cortado, toda sangre y toda la cara de dolor, y entendía que toda esa carne que se caía a pedazos era la razón de que sufriera tanto. ella lo sabría, creo, pero la hermana la mantenía entera y sufriendo.
entonces no sé como, decidía desprenderse de lo que le sobraba, y, no sé como, lograba que sólo quedara de ella un armazón (como un muñeco de animación), su cabeza, y sus manos, la derecha vendada y con sangre, todavía.
la hermana salía corriendo, y ella me miraba a mí como agradeciendo. pero yo no entendía nada.
***
después tuve un sueño tipo policial.
llegábamos a un departamento grande y con pocas paredes, con ventanales. éramos un montón de gente -eramos hombres- y veníamos de la cárcel o el hospital, con mucho dinero. entonces por el ventanal veíamos helicópteros y disparos. disparaban sobre nosotros! nos tirábamos al piso y alguien preguntaba por qué nos disparan? y yo le respondía por la plata! por supuesto. los disparos hacían que saltaran monedas al aire y era de noche, la luz eran los disparos y los helicópteros.
yo sabía que no había manera de salir con vida de ahí, me escondía detrás de un sofá, y me metía en un conducto. me quedaba en el medio.
en la habitación del otro lado, de la cual entraba algo de luz, hablaba uno de los tipos que venía por el dinero con uno de los nuestros. lo amenazaba. yo me quedaba quieto, mirando a otro lado, para que la sombra de mi pelo moviéndose en el conducto no les hiciera notar mi presencia.
entonces dejaba de ser protagonista y era espectador, y quien era yo salía del conducto y le iba a hablar al tipo que amenazaba. le decía que mejor los dejaran tranquilos. el tipo le decía ok ok, y entonces volvía a ser yo y me iba hacia la puerta, maldiciéndome por haber salido cuando estaba bien escondido, y sabiendo que ahora sí me iban a matar.
los hombres del tipo que amenazaba se levantaban de sus sillones con sus armas y yo salía del departamento cerrando la puerta tras de mí.
bajaba corriendo las escaleras, dos escalones por vez. escuchaba a los tipos arriba llamar el ascensor, sabía que iban a disparar desde el ascensor y que yo no iba a llegar abajo.
iba hacia una puerta azul y entraba. adentro había una vieja -muerta?- en un sillón casi trabando la puerta. la escena se repetía dos o tres veces hasta que yo entraba sin despertar a la vieja.
en la habitación sentía los gritos de los asesinos afuera.
corría por las otras habitaciones y en una encontraba una chica llorando. la agarraba de la mano -presentía que ya habían entrado en el departamento de la vieja- y salíamos. la chica me preguntaba qué pasaba y yo le decía que había que huir. saltábamos por un balcón rojo, las habitaciones de color oscuro.
llegábamos abajo del edificio y nos escondíamos. llovía afuera. ahora yo era la chica. daba la impresión de que estaba todo lleno de los malos. abrazaba al tipo agradeciéndole por haberme salvado.
**
y hubo un sueño antes que no me acuerdo muy bien, pero había agua en una especie de pileta. pileta chica. de repente me sumergían la cabeza dos brazos. eran mis brazos. me dejaban ahí y yo no podía soltarme. contaban uno, dos, tres, soltame! cuatro, soltame por favor!! cinco, si soy yo me puedo soltar sola, seis, siete, no puedo respirar! ocho, no llego a diez me falta el aire, nueve, diez,
y me desperté.
miércoles, febrero 01, 2006
mar 2/05
"soñé con un mar extenso y azul turquesa, con olas y espuma, y cielo enorme y acantilados. ïbamos en micro con la tía, a un lugar a 10/13 cuadras del mar/puerto. El micro iba derecho y de repente doblaba a la izquierda, y estaba el mar a la derecha. Primero se veía por el ventanal del frente, y la gente se pasaba a los asientos de la derecha. Yo estaba a la izquierda en el 1er asiento, y agarraba mi mochila y el bolso de la tía y me pasaba a la derecha. Veía el mar fascinada, como es de esperarse."
miércoles, febrero 01, 2006
carta espontánea e inseperada para los que se saben mis amigos (aunque nunca la lean)
vos podés salir a la calle con una sonrisa aún cuando todo en el mundo parece estar de cabeza?
yo sí. y no es que lo finja o me cueste. casi no puedo evitarlo.
me conocés, soy una persona extraña y a veces construyo paredes a mi alrededor, pero la verdad es que no las quiero, porque me gusta afuera.
y me alegra que me busquen y me encanta que me llamen.
y no quiero perder el tiempo llorando si estoy con vos, que te quiero tanto y me hacés tan bien.
y sí, a veces estoy triste y parece que vivo bajo la lluvia, pero verte me ilumina y me sana que me hagas reir -o te rías conmigo-.
gracias, porque yo doy saltos al vacío pero se que estás para agarrarme, o aunque sea para que detenga mi caída sólo para pasar un rato con vos.
porque te recuerdo siempre y me hace bien recordarte.
porque sos importante.
porque es verdad que la vida es un camino difícil -y esa es su gracia, no?- pero también es hermoso y está lleno de sorpresas.
que una sos vos, sabés?
todo lo inesperado y bonito, y te agradezco.
porque si no me acordara que andás por ahí y que capaz algún día te veo, nos juntamos, nos reímos y nos vamos cada uno a su casa a seguir viviendo, un poquito más enteros, probablemente me constaría más levantarme a la mañana o conciliar el sueño.
porque es sinuoso el camino y no es para hacerlo solo, y a las cosas les gusta ponerse de cabeza y en serio, no me cuesta salir a la calle riendo aunque todo esté mal porque se que capaz, cualquier día, a la vuelta de la esquina, me voy a cruzar con vos.
gracias.