limon

que pocas cosas en la vida me dolieron tanto como verla morir a limón

resisitíendose y llorando ya sin voz, quietita al final, hasta dejar de respirar, sacudiéndose despacito hasta que dejé de sentir su corazón en la punta de mis dedos.

ay limón... que voy a extrañar llegar a casa y buscarte en el comedor o en la silla de la cocina. y si no estabas ahi, te encontraba seguro en algún lado durmiendo. siempre estabas durmiendo.

que perdón si no te cuidé lo suficiente. si te ignoré. si quise que te callaras. siempre nos arrepentimos cuando es tarde para enmendar los errores.

que me olvidaré de vos, probablemente. quién vive toda su vida con el recuerdo de cada mascota que tuvo?

que se que tenés un almita y que ahora estás en algún lado, mirándonos desde tu entendimiento misterioso y con tus enormes ojos serios.

y que en algún tiempo me acordaré de cómo te lloro hoy, y probablemente me cause risa. qué ridículo andar llorando por un gato que se murió.

y si, era un gato nomás.

qué puede cambiar en el mundo que haya un gato más o un gato menos.


pero era mi gata

y eso la hacía importante.


buenas noches limón. yo te cerré los ojitos.

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