soñé que llegaba de noche al cruce en el trufi N y estaba todo oscuro, oscurísimo -realmente no se veía nada-, y no podía ubicarme para encontrar la puerta de entrada. estaba con una chica y ella también estaba perdida -era simplemente alguien que vivía por ahí-.

en el cielo buscaba la cruz del sur y se veía borrosa, encontraba el sur pero igual no podía ubicarme, el espacio no tenía sentido aún conociendo los punto cardinales.

encontrábamos una reja y adentro había gente jugando basquet. nos acercábamos y les llamábamos. raquel adentro se acercaba y nos iba a indicar dónde era la entrada. no me acuerdo más.

anoche soñé que sixto nolasco -un conductor mamarracho de la tv cruceña- se habia muerto y había dejado toda una perfumería. otra vez con una chica que no conozco, empezábamos a agarrar cosas de los estantes, champús, enjuagues, cremas... estaba el encargado, yo me sentía mal de tomar las cosas pero estaba bien.

luego mi tía se había muerto y yo lo último que había tenido de ella era la cartita que me mandó con mamá. al principio no entendía qué pasaba, pero después me sentía triste, muy triste, y me ponía a llorar. estábamos en su casa, ezequiel también lloraba por ahí. extrañaba su abrazo.

y creo que me desperté.

anoche soñé que buscaba desesperadamente en departamentos en ruinas el anillo de oro blanco que llevo en mi pulgar izquierdo. tocaba insistentemente los dos de mis anulares para asegurarme que estaban, pero no había rastro del otro. revisaba debajo de muebles, entre papeles en el piso, encontraba muchos anillos parecidos pero cuando me los probaba me daba cuenta que no eran, eran muy grandes, o muy chicos, o con otra forma, o con diseños, o simplemente estaban más gastados que el mío -que era brillante y hermoso- y era muy frustrante sospechar que esta vez sí lo había perdido.

lo curioso es que no uso ningún anillo así en mi pulgar izquierdo. sólo los dos de los anulares. y el de oro blanco brillante es el de la izquierda.

la otra noche soñé que iba con papá a esa tienda de antigüedades que estaba a punto de mudarse, y que papá me compraba una cajita que era como un buzón. y yo veía unos aritos naranjas bastante feitos y los dueños de la tienda eran gordos y antiguos. y la tienda olía a viejo.

adrian soñó que estábamos como en una ciudad postguerra y teníamos gasolina y thinner. la gasolina la pensábamos usar para preparar comida, pero eso era absurdo, mejor para combustible. nos encontrábamos con otros sobrevivientes y conversábamos con ellos. creo que me contó más pero no me acuerdo.

también tuvo otro sueño en que estaba en la casa y tenía que salir desde temprano, y se pasaba horas preparando su bolso porque hacía tiempo que no lo hacía y ya se había olvidado de todas las cosas que hay que cargar cuando se va a pasar todo el día en la ciudad.

soñé que me compraba una moto rojita. raquel tenía la amarilla. yo no sabía cómo la había pagado -o la iba a pagar- porque había costado 600 dólares. y tampoco sabía manejar bien.

luego soñé que raquel me decía que era la tia adela al teléfono. yo atendía y ella me hablaba mal -decía algo sarcástico o socarronamente- y luego se quedaba callada. yo me quedaba al teléfono un rato y luego me enojaba y colgaba.

esta mañana -despierta- me llamó mi tia hilda y también me dijo algo que me molestó, y luego se quedó callada al teléfono un rato antes de cortar.

la otra noche soñé que recorría casas hermosas pero a medio construir. todas de una sola planta, en el campo. una era de mi tío angel, otra de mi mamá. pero estaban a medias, y yo me preguntaba por qué no habían gastado un poco más y las terminaban bonitas.

también en una parte mi mamá se peleaba con mi tío rufino porque él le había robado un logo que diseñó ella. y todos los tíos, a pesar de saber que ella tenía razón, no hacían nada y se mantenían al margen.

en todo era atardecer casi nochecita.

anoche soñé que vivía en una casa embrujada.

creo que el sueño empezaba con nosotros adentro, la casa era como de mi familia -pero esa no era mi familia- y era grande -muy grande- y algo oscurita -era atardecer-. no había estado ahí nunca antes en mis sueños.

sabíamos que había algo raro con la casa, entonces llegaban visitas y yo iba a la puerta a recogerlos. eran una pareja, y ambos miraban el techo -que era bastante bajo-. yo evitaba mirarlo, pero era como que estaba sin terminar de construir.

ellos no querían entrar. la chica entraba y yo le preguntaba al chico qué pasaba. él me decía que sentían presencias -espíritus?- malignos que querían hacernos maldades. yo entendía y me asustaba -se sentía algo malo ahí-. empezábamos a entrar con él también.

ahi me daba cuenta que me había dejado la mochila en la puerta. le decía al chico y él me decía que seguro los fantasmas la habían escondido. yo me enojaba mucho y salía hacia donde la había dejado -de hecho la mochila no estaba-, extendía mi mano, furiosa, como haciendo fuerza, y mi mochila aparecía.

entonces entrábamos a la casa y yo iba mirando los techos, pero miraba con bronca, desafiante, como queriendo decirles a los fantasmas que qué onda, que no se hagan los locos, que se ubiquen.

después había mucha gente en la casa, sentadas como para una convención. yo me iba al frente y les decía a todos que la casa tenía fantasmas. entonces había silencio -todos esperábamos que pase algo que compruebe lo que yo digo- pero no pasa nada. de repente se prenden todas las luces! blancas como de tubo, y parpadean un poco. todos saltan, pero también pude haber sido yo jugando con el interruptor.

la gente empieza a irse. yo se que sí se van a manifestar los fantasmas. una señora embarazada se sube al ascensor. yo se que los fantasmas le van a volar el pelo antes de subir -veo la imagen como premonición-, y en su pancita se va a ver un piecito como de su bebé. no quiero que se vaya. pero la gente se agrupa a su alrededor y no llego a ella. me acerco a unas personas en unas sillas, me agarro del brazo de una chica que esta con un chico -los encargados del hogar, o algo así-. el ascensor empieza a subir, pero en lo alto el fantasma hurga los cables y entonces algo pasa.

a partir de ahí es como un cine, o más bien, como una sala con proyecciones. yo me apego a la gente sentada a la izquierda de la pantalla. se salen los que estoy junto y dejan sillas vacías, me acerco a los otros. no quiero quedarme sola con los fantasmas.

termina la proyección y finalmente decidimos abandonar la casa. yo tengo dos mochilas a medio llenar cada una, quiero pasar las cosas de una a la otra para sólo tener una, pero no hay tiempo. dos o tres chicos -jóvenes, de como 20 años- van conmigo. entonces me doy cuenta de que dejé algo en mi habitación -tengo que armar mi valija-, y le pido a uno de ellos que me acompañe. se asusta un poco pero lo convenzo.

volvemos a entrar a la casa, yo no me acuerdo dónde era mi habitación. entro como a la cocina donde está la que es mi mamá en mi sueño -que en realidad es una profesora de literatura del colegio-. le digo "nubecita, dónde era mi cuarto?" -"nubecita" era su apodo, en el sueño no me podía acordar su nombre. ni ahora!-. ella me dice "cómo "nubecita"? -medio riéndose-. tu cuarto está en el 4to piso".

pero no puedo recordar cómo es mi cuarto. el chico va a subir al ascesor, con la puerta abierta trata de arreglarlo. yo recuerdo que algo malo tiene -estoy todo el tiempo atenta a las manifestaciones de los fantasmas-.

veo la puerta que da a la escalera -toda esta secuencia la casa está iluminada por luz del sol-. abro y empiezo a subir. voy al primer piso, la casa está como a medio construir, piso vigas para caminar, lo veo al chico abajo y le indico que suba conmigo por las escaleras -que son estrechas, estrechísimas!! apenas paso de costado, y en forma de caracol-. viene y damos la vuelta como para subir un piso más, pero ahí las escaleras se mueren, los escalones se van angostando y la escalera como que se cierra sobre sí misma. yo había leído un cartel que indicaba que ese ya era el 4to piso -aunque sólo había subido uno- y pensaba que aunque sea iría a la terraza. pero no había más.

entonces empezábamos a explorar ese piso. había como un pasillo de luz azul pero de día. el sol daba por la derecha. había muchas puertas a los costados y pasaba algo de gente. yo no tenía idea cuál era mi cuarto, pero descubría que las puertas tenían un cartel con una fecha de nacimiento. buscaba la mía -eso iba a ayudar! quería salir rápido de ahí-.

encontraba una con mi fecha de nacimiento -mes y día, no se leía claro el año- y entrábamos. la puerta era a la derecha, por la ventana entraba sol. pero adentro no parecía mi cuarto, no habían mis cosas, lo miraba más o menos pero enseguida me daba cuenta. pensaba que sería de otra persona -un chico, eran cosas de hombre- que habia nacido el mismo día que yo.

salíamos, seguíamos buscando por los cuartos. de pronto era como el pasillo de mi colegio secundario -versión de mis sueños- y estaba lleno de gente que iba y venía...


y creo que ahí me desperté.

soñé con agua, con un mar azul clarísimo e intenso, de aguas transparentes y con olas que llegaban celestes y el cielo brillante.

primero era que encontraba las fotos en una página del deviant de una chica de bolivia, pero esas fotos del mar no podían ser bolivia. le preguntaba y ella me contestaba que sí era bolivia, que eso era el lago titicaca. oh, interesante -tanto tiempo que no voy a la paz- aunque yo lo recuerdo un poco más gris y... un momento! en la foto ella está con bikini! y en ese lugar se muere de frío! entonces ella me explica que ese día fue increíblemente cálido y tropical, y parecía que estaban en la playa.

entonces estábamos ahí y yo estaba cocinando. cuando apagaba el fuego me daba cuenta de que no le había preparado comida para adrian -que estaba surfeando o algo asi-, pero él me decía que no me preocupe, que ya había comido. luego estábamos con él, nos sentábamos pegaditos pero no recuerdo de qué hablábamos.

también recuerdo que corría por jbjusto y mi mamá me perseguía. yo me escondía en la casa de la tía y esperaba que mamá no me encuentre.