las mañanas

soñé que estaba en la casa de la tía y que estaba en su habitación. había alguien más, yo tenía mucho sueño y quería dormir. estaba echada en la cama leyendo en voz alta un texto intrascendental, y de repente este alguien -que estaba sentado a mi lado- me ponía la mano en la cabeza, en la nuca. yo me sentía repentinamente relajada, tranquila, perdía el hilo de lo que estaba diciendo, trataba de volver pero había perdido fuerzas y no sabía hablar. me volteaba a mirarlo, era una cara conocida. desconcentrada y extrañamente suavizado mi ánimo, proponía seguir durmiendo, pero me pasaba a la cama que hay del otro lado de la puerta -donde yo dormía de chica, que ahora está el sillón amarillo-. era de tarde noche y estaba lindo para dormir.

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