ayer el hombrecito de piedra que había en el jardín de la tía, sobre la parrilla, que lo veíamos con ariel después de estar jugando con agua, apuntando la manguera para arriba para que caiga como lluvia. y queríamos cerrar las puertas de vidrio pero el hombrecito venía y entraba -claro, abría las puertas con sus manos de piedra-. y adentro se convertía en gatito y la tía le preparaba una canasta para que se quedara. al final, lo único que quería era un lugar donde dormir)

y hoy soñé muchas cosas a la tarde. muchas entrecortadas y no me las acuerdo todas. se que soñé con gente que conozco y que hacía cosas normales, por eso mis sueños más bien parecían prolongaciones de la realidad. más que sueños. y dormía y me despertaba, dormía y me despertaba. ariel me dijo que salía y que quedaba sopa, pero me desperté y salí sin comer.
después no sabía ni quién era ni donde estaba.

lo habitual. bah.