extensísimos

anoche soñé que había una bomba en una computadora y que sí o sí teníamos que desactivarla o íbamos a morir todos en la explosión.

primero era como una caverna, luego era una casa. había un chango que era el encargado -él que tenía que hacerlo, aunque yo no confiaba mucho en su capacidad-, pero habíamos mucha gente alrededor, todos esperando, simplemente, porque por alguna razón teníamos que quedarnos pase lo que pase.

el sistema de la bomba era extraño. era una computadora y tenía una cuenta regresiva que iba muy rápido. mientras el chango intentaba desactivarla del todo, los demás tenían que reiniciar la cuenta regresiva, volverla al tope, porque el tiempo realmente no alcanzaba. cuando estaba a punto de acabarse, sonaba una alarma.

a mi me daba terror el momento en que sonaba la alarma, porque si no la reiniciaban a tiempo -apretando un cablecito-, explotaba. yo era la única que sabía bien como reiniciarla, los demás se tardaban y perdían tiempo.

en un momento empezaba a sonar y yo, presa del pánico, salía corriendo hacia la calle. me sentía mal por lo cobarde, no es justo que yo escape y me salve. iba al auto -una 4x4- y cerraba bien la puerta -como para excusarme por haber salido-. detenían la alarma, yo volvía adentro.

decidía hacerme cargo. me acercaba al chango que intentaba desactivar y le preguntaba cómo iba la cosa. él me explicaba que tenía que desencriptar -o algo así- un diagrama, y me mostraba unos dibujos que yo no entendía. veía la pantalla de la computadora, como el escritorio de windows pero a veces medio pantalla de DOS, y con formas extrañas. yo le decía, por qué no lo llamás a adrian? vos sabés que él sabe como resolver estas cosas. él se ofendía -era un amigo de adrian-, no me respondía y se levantaba de la computadora. yo pensaba, bueno, es medio tarde pero igual podemos llamar al aparicio... bah, este nunca va a querer que lo llamemos.

entonces empezaba a sonar la alarma de nuevo -siempre que sonaba era que quedaban muy pocos segundos-. todos se agrupaban intentando apagarla, pero yo me acercaba y apretando el cablecito -yo sabía hacerlo a la perfección-, reiniciaba la cuenta al tope, 40 minutos o algo así. las cosas bien hechas.

pero después me ponía a hurgar la computadora. era de un chico que había programado para que explotara cuando él muriera -era un suicida de 27 años o algo así-, y todo lo que se veía mientras la cuenta regresiva eran mensajes suyos para los que sufrieran la explosión. yo me colgaba leyendo, o me perdía, y los números bajaban muy rápidamente.

sonaba la alarma y yo no la detenía. entonces había una pequeña explosión en el cpu, como un "puf" y un poco de humo.

todos salían de la casa como si realmente hubiera explotado todo, y todos teníamos que actuar como si nos hubiéramos muerto.

no me importaba. sabía que las posibilidades de que el chango la desconecte eran mínimas, y odiaba esperar lo malo que sí o sí iba a pasar, y solamente estábamos retrasando.

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