anoche soñé que las calles estaban inundadas.
pero no era un desastre meteorológico, era intencional; los adoquines estaban cubiertos por unos 15 cm de agua, como si se hubiera inundado por la lluvia, y los autos y colectivos pasaban haciendo olitas a sus costados. era intencional, para que no hicieran polvo o ruido, y el sonido del agua era muy agradable.
estábamos yendo al estadio de river a ver el partido. el viaje era largo -buenos aires es así- y ya llegando -tras casi una hora-, me daba cuenta de que en realidad el partido me interesaba muy poco, que lo más que había ido al estadio había sido a ver un recital.
en lo que entrábamos en la zona del estadio, su barrio, eran las calles con agua. también había gente entrando y saliendo por los alrededores.
el día era muy soleado, como un domingo feliz o un feriado. yo iba en la parte de atrás del auto, viendo hacia atrás y, a pesar de que estaba lleno de autos y colectivos, daba mucho gusto pasear por ahí.

la otra noche soñé con piscinas y fuentes llenas de agua. todo era como un gran jardín, y yo primero estaba sentada dentro de una pequeña, cuadradita, ubicada junto a un arbolito que la cubría de sombra fresca como su agua. luego la vaciaban o algo así -sus paredes eran azulejos- entonces salía. me iba hacia otra, más grande, llena de agua hasta casi rebalsar. al llegar sentía el olor a piscina atemperada, un poco salado, un poco cloro y un poco caliente. sentía una relajación notoria. metía mis pies, me daba un poco de miedo porque no se nadar, pero igual me iba metiendo.
en el centro estaban giselle y estela en una mesa de mc donalds tomando desayuno. me unía a ellas y conversábamos largo rato.

antes había soñado que estaba en un salón de clases y hacía con mis alumnos el ejercicio que pienso hacer hoy. ellos estaban acomodados en grupo, con las mesas enfrentadas como era en colegio, y eso me facilitaba organizarlos. buscaba mis papelitos dentro del block de hojas, pero todos se confundían y sacaba uno incorrecto, con el póster de una película -eso arruinaba la sorpresa!-. encontraba finalmente los buenos, y los repartía. les daba un puñado de papelitos a cada grupo, y todos se tomaban el tiempo de elegir cuál les llamaba más la atención para trabajarlo.