... una imaginación que me salvó la vida

soñé con ese río de noche que tiene agua tibia y fresca, que viaja entre paredes de cemento y en el que se puede flotar, sumergirse sin tocar el fondo, o moverse sujetándose de los bordes. hace mucho que no vamos por allá, pasan barcos por el medio pero aún el agua es limpia, y gris. las luces de la ciudad no son de colores. nadamos, voy agarrada de las paredes, no me animo a soltarme y flotar. lo intento por momentos, hay espacio, mucha agua libre, pero me asusta. nos dejamos llevar y llegamos a unos canales más angostos que están como bajo techo o entre vegetación. es bellísimo.


estuve recordando sueños de niña, la habitación oscura con almohadones y un osito en el piso; el pasillo largo y alto con muchas puertas que cada una escondía un universo mágico, oscuro y con luces; un rio entre paredes, de agua gris y cielo gris en una ciudad y entre edificios fríos y grises; un jardín gigantesco y verde, con laderas de pasto y árboles en lo alto que regalan su sombra y su frescura...


alguien me dijo una vez...

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